Tapir Malayo

tapir malayo

El tapir malayo (Tapirus indicus) es un extraño mamífero que se caracteriza por su coloración y por tener una pequeña trompa.

Características

Este mamífero tiene un tamaño medio, mide unos 2’20 metros de largo y 1 metro de alto. Es una de las 5 especies de tapires, pero es la única que no vive en América. Tiene un cuerpo rechoncho, parecido al de un cerdo. Posee cuatro patas cortas y gruesas y una cola diminuta. Tiene una cabeza alargada, con unas orejas grandes y unos ojos pequeños. Su hocico termina en una pequeña trompa, que usa para coger alimentos. A pesar de su aspecto, sus parientes más cercanos no son los cerdos o los elefantes, sino los rinocerontes.

Otro rasgo curioso del tapir malayo es su coloración, es negro desde la cabeza hasta los hombros, y el resto es blanco excepto la cola y las patas traseras, que son negras. La distribución de los colores es parecida a las de un oso panda. Por otra parte, la coloración de las crías es diferente, es marrón y con líneas o puntos blancos.

tapir malayo
tapir malayo, tapirus indicus

Reproducción del tapir malayo

La época de apareamiento ocurre durante los meses de mayo y junio. La presentación inicial de las parejas suele ser a través de señales de olor y a veces también de señales visuales. Después de aparearse, la hembra da a luz a un bebé tras 400 días de gestación. La madre cuida de la cría durante 6-8 meses, y luego vive de forma independiente. En total pasan unos dos años entre la gestación y el cuidado de la cría.

¿Qué come el tapir malayo?

El tapir malayo es un mamífero herbívoro que se alimenta de frutos y varios tipos de plantas (hojas de árboles, musgo, plantas acuáticas…). Son animales muy selectivos, escogen los mejores alimentos disponibles. Su característica trompa le resulta de gran ayuda para coger las hojas de las ramas bajas o las que están en el agua.

Hábitat del tapir malayo

Además de estar en Malasia, esta especie también se puede encontrar en Myanmar, Tailandia y la isla de Sumatra (Indonesia).

El tapir malayo habita en bosques tropicales principalmente, y en campos abiertos en menor medida. Buscan ríos o lagos donde nadar para refrescarse en días calurosos. Son animales nocturnos y solitarios. A pesar de su aspecto, son agiles y corren a una buena velocidad. Cuando se encuentran a un depredador (tigres o leopardos), corren rápidamente hacia una fuente de agua para huir nadando.

En los últimos años esta especie ha sufrido un gran descenso de su población debido a la destrucción de su hábitat causada por la actividad agrícola, por eso se encuentra en peligro de extinción.

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